Asaltantes hieren de bala a
una joven y le roban yipeta en ensanche Piantini
Una joven resultó
gravemente herida tras ser interceptada por dos individuos, que habían cometido
un asalto y la despojaron de su yipeta para escapar.
La
joven identificada como Francina Hungría, de 28 años, recibió un disparo que le
desfiguró el rostro.
El hecho ocurrió en
la calle Miguel Ángel Báez del Ensanche Piantini. Previo a este incidente los
desconocidos asaltaron, pistola en manos, a una señora que llegaba a su residencia,
ubicada en la calle Manuel de Jesús Troncoso del mismo sector.
El vehículo de la
joven fue abandonado en la calle Gustavo Mejía Ricard casi esquina Avenida
Abraham Lincoln.
La joven fue
ingresada al Centro de Medicina Avanzada Doctor Abel González.
Los residentes del
Ensanche Piantini se quejaron de que en los últimos días se han cometido varios
hechos delictivos y lo atribuyen al escaso patrullaje policial en la zona.
Storytelling
El 23 de noviembre
2012 fue día en que un disparo cambio para siempre la vida de Francina Hungría:
La adorable, extrovertida y dulce
Ingeniera de apenas 28 años de
edad recibió un disparo en la cara por parte de dos asaltantes que trataban de
robar su carro. Ese fatídico día se quedó a oscuras.
Los asaltantes, le
habían sustraído el bolso a una mujer de edad avanzada y estaban tratando de
huir de la escena. Francina estaba lamentablemente, en el lugar equivocado, en
el momento equivocado.
Francina conducía
tranquila luego de salir del trabajo por una calle poco transitada del sector
Piantini para evitar entaponamiento poco después del mediodía, cuando fue
abordada por los hombres. Uno gritó que detuviera el carro, pero ella no
entendía lo que estaba pasando. Tan pronto intento escapar, uno de ellos sacó
un arma y le disparó a través de la ventana.
¨como quisiera
devolver ese día, tomar otra calle ¨expresa acongojada Francina Hungría.
La bala destrozó
instantáneamente su ojo derecho y penetró en su rostro. “Me tiraron del carro
en la calle, como una muñeca de trapo viejo. Oí que alguien gritaba: “¡Ellos la
mataron, la mataron!” Le respondí diciéndole que estaba viva, pidiéndoles que
me ayuden.”
Los criminales la
dieron por muerta, manejaron dos cuadras y luego abandonaron su vehículo. Y
para pesar de las autoridades, más tarde se dio a conocer que uno de ellos
había sido previamente condenado por asesinato y fue dejado salir gracias a una
sentencia leve.
Francina fue llevada
al hospital por una persona que pasaba por la calle. Su ojo derecho fue
removido y al izquierdo se tiene un pronóstico sombrío. Todas sus graves
heridas parecen insignificantes mientras enfrentaba la posibilidad de no volver
a ver de nuevo.
Con la cara hinchada
y adolorida por las heridas, Francina inicia un largo viaje a su recuperación
física y mental.
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